Nunca cualquiera ha disfrutado con todo, hasta los más atrevidos tenemos nuestras reservas. Todo es disfrutable por cualquiera, sólo hay que descubrirlo. En el cine hay rincones inexplorados, muchos piensan que la invención de la palabra blockbuster asesinó cualquier intento de cine distinto o minoritario. Todo mentira. Estaban entre las películas olvidadas mucho antes, pero seguirán teniendo un público que las disfrute mientras algunos valientes en el mundo del cine se decidan a rodarlo.
Pensamos que hay un clan organizado que se encarga de esconderlas en las estanterías de las tiendas y videoclubs, arranca a su paso los carteles de los cines y grita cuando otros hablan de ellas en un bar cualquiera para que la conversación no trascienda. Pero lucharemos contra ellos. Las volveremos a cambiar de sitio, llevaremos en los bolsillos celo para reconstruir los carteles y… vale, no nos metemos en conversaciones ajenas, pero sí estamos dispuestos a escribir, y mientras tanto seguir descubriendo que queda mucho cine por explorar.
En un no-intento de salvar al mundo creamos Cine maldito, una web dedicada a defender o tirar por el suelo (según nos levantemos) todo ese cine que queda eclipsado por las grandes superproducciones, los géneros que no interesan a todos o las películas de países que en ocasiones cuesta localizar en el mapa.
Decididos a compartir desde aquí nuestros mayores vicios sin importarnos su duración o procedencia sin más demora quitaremos el polvo a nuestros proyectores, sacaremos punta a nuestros lápices y seguiremos esa máxima de disfrutar y descubrir, porque el cine está ahí, y descubrirlo sólo puede ser un placer al alcance de todos.
Leed, malditos.